La capital francesa está tensa con manifestantes y policía antidisturbios en las calles de París después de que un millón de personas en toda Francia protestaran ayer contra el plan del presidente Macron de aumentar la edad de jubilación de 62 a 64 años. En otras partes, el ayuntamiento de Burdeos fue incendiado en el noveno día de protestas y huelgas. ¿Podría la controversia ser el principio del fin de su presidencia? El presidente insiste en que el aumento de la edad es necesario para garantizar la supervivencia del sistema de pensiones de Francia. Pero las escuelas han cerrado, así como el transporte público, y se han acumulado montones de basura en las calles. El gobierno aprobó el polémico proyecto de ley de pensiones sin una votación clave del Parlamento, lo que ha intensificado la crisis. El corresponsal internacional Mike Thompson informa para Newsnight desde París. Imágenes de Jasmin Dyer.