Las protestas se han llevado a cabo en Japón mientras los líderes mundiales llegan al país para el funeral de estado del ex primer ministro Shinzo Abe, quien fue asesinado en julio.
La oposición al funeral de estado ha crecido en las últimas semanas, con encuestas que sugieren que más de la mitad de la población del país ahora está en contra de su realización.
El lunes, alrededor de 10,000 manifestantes marcharon por las calles de Tokio exigiendo que se cancele el funeral.
Los funerales de estado no son una práctica establecida en Japón, y los manifestantes expresan su resentimiento por el uso de fondos públicos en el evento que se proyecta cueste alrededor de 1.65 mil millones de yenes (£10.1m; $11.4m).
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Japón Noticias de la BBC.