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El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha asegurado que el Ejecutivo encara este nuevo curso político «con renovada energía» y «una hoja de ruta clara». Ha anunciado las seis prioridades que centrarán la acción del Gobierno de coalición progresista durante los próximos meses: competitividad económica, dignidad laboral, estado del bienestar, vivienda, paz e igualdad.

Un Gobierno limpio y renovado

Sánchez ha subrayado que España cuenta con un Gobierno limpio que nació hace seis años como respuesta a la corrupción, la quiebra territorial y los recortes del Estado del Bienestar. Además, afirmó que ha superado cinco años de bloqueo judicial, logrando una renovación pactada del Consejo General del Poder Judicial y la elección de la primera presidenta del Tribunal Supremo. Recordó que «España cuenta hoy con un Gobierno en Catalunya que trabaja por la unión de los pueblos de España» y que ha protagonizado una de las fases de modernización, crecimiento y empleo más importantes de su historia reciente, «todo un éxito de país», remarcó.

Prioridades del Gobierno para el nuevo curso

El jefe del Ejecutivo ha aprovechado el acto de inauguración del curso político en la sede del Instituto Cervantes para ir desgranando las seis prioridades del séptimo año de acción del Gobierno progresista. La primera de ellas es la competitividad económica, que supone «continuar impulsando el cambio de modelo productivo». En este sentido, destacó que en ese cuatrimestre, «se desplegarían 3.100 millones de euros en préstamos procedentes de los fondos europeos para reindustrializar España»; «se pondrá en marcha el «nuevo Consejo de Productividad de España» y se estrenarán «doce nuevos grados universitarios y módulos de FP», para mejorar las competencias de nuestros trabajadores en ámbitos como las energías renovables, las tecnologías digitales y la salud.

PGE sociales, fiscalidad más progresiva y nuevo sistema de financiación autonómica

Sánchez explicó que su Gobierno reivindica «un modelo de justicia social que vele por la igualdad real y proteja nuestro Estado del bienestar», y por ello anunció que en el curso político que empezaba trabajarían por la «aprobación de unos PGE sociales, ambiciosos», que consoliden y expandan la inversión pública realizada en los últimos años. Además, avanzó que el Consejo de Ministros aprobaría de nuevo el techo de gasto para su remisión al Parlamento.

Por otro lado, aseguró que el Ejecutivo seguiría avanzando hacia una fiscalidad más progresiva, con impuestos que gravaran más a quienes más tienen y que orientaran el modelo productivo. También se impulsaría la creación de un «sistema de financiación autonómica que sea más justo, que reduzca las diferencias territoriales, que atienda las singularidades de cada uno de los territorios y que garantice la suficiencia del gasto público, exigiendo la corresponsabilidad a los Gobiernos autonómicos».

Vivienda, tema central de la próxima Conferencia de presidentes

El presidente apuntó que la tercera prioridad sería la vivienda, que supone «el mayor problema al que se enfrentan los jóvenes y muchas familias». A este respecto, señaló que en los últimos años se habían sentado las bases de la nueva intervención pública con la primera Ley de Vivienda de la democracia y que se estaban movilizando o iniciando la construcción de 80.000 viviendas para alquiler asequible, entre otras medidas.

Así, avanzó que en los próximos meses «se impulsarían nuevas medidas destinadas a ampliar el parque público de vivienda, perseguir la especulación, fijar un mejor equilibrio entre la actividad turística y el bienestar de los residentes, y lograr que la vivienda sea un derecho de todos y no el negocio de unos pocos». También confirmó que la vivienda sería el objeto de debate y el propósito fundamental de la Conferencia de Presidentes que se celebraría en Cantabria.

Dignidad laboral, lucha contra las desigualdades y paz

La dignidad laboral se establecería como la cuarta prioridad del Ejecutivo en este nuevo curso político, y Sánchez garantizó que seguirían negociando con patronal y sindicatos hasta reducir la jornada laboral a 37,5 horas, «para que todos los españoles trabajen para vivir, y no vivan para trabajar». También se adaptaría la normativa estatal del SMI a los estándares que fija la directiva europea y se aprobaría un Estatuto del Becario.

La quinta prioridad sería luchar contra la desigualdad en todas sus formas; el jefe del Ejecutivo adelantó que en los próximos meses «se renovaría el Pacto de Estado contra la Violencia de Género y se pondrían en marcha nuevas acciones para acotar los privilegios desproporcionados de ciertas élites y gravar fiscalmente a quienes ya tienen suficiente dinero para vivir muchas vidas».

Por último, la sexta prioridad del Gobierno sería la paz en nuestra vecindad oriental y meridional. En este ámbito, Pedro Sánchez remarcó que continuarían ayudando a Ucrania en su guerra contra Putin, «con más de mil millones de euros en material y votos favorables en Bruselas», y seguirían apoyando al pueblo gazatí, «sosteniendo a UNRWA, presionando a Netanyahu en la Corte Penal Internacional, las Naciones Unidas y la Unión Europea, y estrechando vínculos con el Estado palestino». Anunció que, antes de que terminara el año, se celebraría la primera Cumbre bilateral España-Palestina.

En materia migratoria, avanzó que «se actualizaría nuestro Plan África, con mejores recursos, y se desarrollarían acuerdos de migración circular». «Frente a las deportaciones masivas, el Gobierno de coalición progresista defendería una política migratoria humanista que respete el derecho internacional humanitario», añadió.

Hay Gobierno para largo: aprovecharemos el tiempo

Antes de finalizar su intervención, Pedro Sánchez recordó que «por primera vez en muchos años, España no afrontará elecciones en el corto plazo». Tiene tres años hasta las elecciones generales y casi dos años sin elecciones autonómicas. «Se abre un tiempo de nuevos avances que sacaremos adelante con quienes estén dispuestos a arrimar el hombro», afirmó.

En este sentido, insistió en la voluntad del Ejecutivo de «seguir acordando» y anunció que durante las próximas semanas convocaría bilateralmente a cada uno de los presidentes autonómicos a una reunión de trabajo en La Moncloa. Se mostró convencido de que «hay Gobierno para largo» y añadió que «si algo ha aprendido este Ejecutivo es a navegar con el viento en contra». «Aprovecharemos el tiempo», concluyó.

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El presidente impulsa la competitividad y dignidad laboral en busca de igualdad y paz