El ministro detalló a Pope la política migratoria española, basada en la colaboración con los países de origen y tránsito y la lucha contra las redes de trata de seres humanos y de tráfico de personas. «Es una cooperación basada en el respeto, la confianza mutua y de largo plazo, y el trabajo operativo diario», señaló el ministro.
Grande-Marlaska compartió con la directora los esfuerzos realizados en los últimos meses para avanzar en la negociación del Pacto sobre Migración y Asilo de la UE y le transmitió su confianza en su próxima aprobación, que el Ministerio se marcó como una de las prioridades del semestre de presidencia española
«Ahora es el momento. No queda mucho tiempo, pero el Parlamento y el Consejo están más cerca y comprometidos que nunca con el Pacto y no podemos dejar pasar esta oportunidad», señaló Grande-Marlaska, que recordó el paso clave que supuso el acuerdo sobre el reglamento de crisis, alcanzado el 4 de octubre, en el marco de la presidencia española del Consejo de la UE.
Grande-Marlaska explicó a Pope que el acuerdo migratorio se ha alcanzado «gracias a la flexibilidad» de los Estados miembros y precisó que el texto definitivo aportará «un nuevo marco jurídico mejorado y actualizado», que incluirá por primera vez elementos de solidaridad, y «lanzará un mensaje de unidad».
En el ámbito de la protección internacional, el ministro destacó el incremento de las solicitudes recibidas en España, que se elevan a más de 137.900 hasta el 31 de octubre, una cifra que superó el registro alcanzado durante todo el año 2022.