El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha subrayado la importancia del regadío sostenible, señalando que es estratégico y constituye una de las prioridades de las políticas agrarias del Gobierno. Según ha destacado, un regadío moderno que maximice el uso del agua es fundamental para garantizar el futuro de la producción de alimentos.
Clausura de la jornada informativa de Riegos del Alto Aragón
Luis Planas clausuró la 26ª jornada informativa de Riegos del Alto Aragón, donde expertos y representantes del sector agrario compartieron sus aportaciones para mejorar el sistema de regadíos. El ministro declaró que España destaca por tener la mayor superficie de regadío, con 3,7 millones de hectáreas que producen casi el 70 % del valor de la producción vegetal.
Inversiones en modernización de regadíos
El ministro también indicó que el Gobierno destinaría más de 2.400 millones de euros en inversiones para modernizar unas 700.000 hectáreas, beneficiando a aproximadamente 200.000 agricultores y ganaderos. De esta cantidad, el 17 % iría a Aragón, totalizando 411 millones de euros para 24 proyectos. La Comunidad General de Riegos del Alto Aragón, el sistema de regadíos más importante de España y la UE, recibiría más de 271 millones de euros en 13 actuaciones.
Plan de Recuperación y apoyo al sector agrario
Planas destacó las inversiones del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR) y su impacto positivo en la modernización de los regadíos. Asimismo, mencionó la creación de una mesa de diálogo que acordó 43 medidas de apoyo para agricultores y ganaderos, reiterando que las decisiones han sido fruto del diálogo constante con el sector.
Desafíos y sostenibilidad en la agricultura
El ministro hizo referencia al informe sobre el Diálogo Estratégico sobre el Futuro de la Agricultura de la UE, señalando que este es crucial para equilibrar la producción de alimentos y la conservación del medio ambiente. Para él, asegurar la seguridad alimentaria es uno de los grandes desafíos de la agricultura, y es esencial avanzar en la transformación de los sistemas alimentarios hacia la sostenibilidad, tanto económica como social y ambiental.