La Olivera de Cort, un emblemático árbol con más de un siglo de historia, se enfrenta a los desafíos de la plaga de cochinilla, específicamente la especie Pollinia pollini. Desde su primera aparición en 1999, esta plaga ha afectado su salud. Situada en la plaza de Cort, la olivera es un símbolo de la ciudad de Palma y ha sido catalogada como patrimonio vegetal por la Comunidad Autónoma de les Illes Balears.
Respuestas ante la plaga
En 2024, se observó un notable deterioro en el estado de la olivera, lo que impulsó al Ajuntament de Palma a actuar de inmediato. Este esfuerzo se realizó en coordinación con el Servicio de Protección de Especies de la Conselleria de Agricultura, Pesca y Medio Natural del Govern de les Illes Balears. Durante los últimos meses, se llevaron a cabo inspecciones y análisis foliares para evaluar la salud del árbol y definir las medidas necesarias para su conservación.
Medidas de conservación
Como resultado de estos estudios, se decidió realizar una poda de rejuvenecimiento, además de la eliminación de ramas secas, actividad que fue ejecutada por TRAGSA bajo la supervisión de la Conselleria. Esta intervención tenía como objetivo mejorar la salud del árbol y prevenir su deterioro progresivo. En febrero de 2025, se aplicaron dos tratamientos con productos fitosanitarios para combatir la plaga de forma natural. Se planean tratamientos adicionales durante el año, especialmente en primavera y a principios de otoño, en horarios nocturnos en diferentes fases de la emergencia de las larvas de cochinilla. Estas medidas están enfocadas en reducir la incidencia de la plaga y asegurar la longevidad de la olivera.
La colaboración entre el Ajuntament y el Servicio de Protección de Especies destaca el compromiso por preservar este icónico árbol, que sigue siendo un referente en la plaza de Cort y un testimonio del patrimonio natural de Palma.